Fuente
Bendición de sanación
Sánanos, Adonai y seremos sanos. Sálvanos y seremos salvos, porque tú eres nuestra gloria. Concede sanación perfecta a todas nuestras enfermedades, a todas nuestras dolencias y todas nuestras heridas. Porque tú eres rey sanador, fiel y piadoso. Bendito eres tú, Adonai, sanador de los enfermos de su pueblo, Israel.
Bendición de Jerusalén
Versión de las comunidades orientales:
Mora en Jerusalén tu ciudad como lo prometiste. Y reestablece en ella prontamente el trono de David, tu siervo. Reconstrúyela prontamente en nuestros días como estructura eterna.
Versión de todas las demás comunidades:
Vuelve con misericordia a Jerusalén tu ciudad y mora en ella, como lo prometiste. Reconstrúyela prontamente en nuestros días como estructura eterna. Restablece en ella prontamente el trono de David, tu siervo. Bendito eres tú, Adonai, que construyes Jerusalén.
Bendición “escucha nuestra voz”
Escucha nuestra voz Adonai, Di-s nuestro. Líbranos. Ten compasión y misericordia de nosotros. Acepta con piedad y favor nuestra oración porque tú eres Di-s que escucha oraciones y súplicas. Rey nuestro, no nos apartes de tu presencia con las manos vacías, porque tú escuchas las oraciones de cada boca de tu pueblo Israel con compasión. Bendito eres tú, Adonai, que escuchas las oraciones.
Bases para la planificación de la enseñanza
Preguntas fundamentales
- ¿De qué manera las costumbres judías reflejan los valores judaicos?
- ¿En qué medida la idea de que los judíos en todo el mundo celebran las mismas fiestas y rezan las mismas oraciones aporta a mi sentimiento de pertenencia a la comunidad judía?
- ¿En qué medida la oración es un elemento de ayuda en la creación de un nexo con Di-s?
Preguntas de contenido relacionadas con preguntas fundamentales
- ¿De qué manera la oración nos conecta con otras comunidades judías?
- ¿En qué medida la oración puede influir en la realidad?
- ¿De qué manera la oración sirve como medio para expresar diferentes emociones?
- ¿Puede la oración ser significativa también para quien no cree en Di-s?
- ¿Qué simboliza Jerusalén para el pueblo judío a lo largo de las generaciones?
- ¿Porqué es importante orar por los demás?
- ¿De qué manera mi oración personal puede combinarse con la oración tradicional?
Información para el docente
La oración Amidá es la principal oración en el libro de oración; en la literatura clásica rabínica se refieren a ella como “la oración”. Esta oración es denominada también Shmone Esre, dado que originalmente constaba de 18 bendiciones (más tarde se le agregó otra...
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La oración Amidá es la principal oración en el libro de oración; en la literatura clásica rabínica se refieren a ella como “la oración”. Esta oración es denominada también Shmone Esre, dado que originalmente constaba de 18
bendiciones (más tarde se le agregó otra bendición). Esta oración se recita tres veces al día: como parte de los servicios de Shajarit (mañana), Minjá (mediodía) y Maariv (tarde). Se dice también en Shabat y festividades, aunque en estos días varía levemente el contenido. Cada bendición termina con una sentencia, que resume la esencia de ésta. Cuando resulta difícil concentrarse en la oración, la recomendación halájica es, al menos, focalizarse en la sentencia final de cada bendición. Las primeras bendiciones de la oración alaban a Di-s.
Hemos traído tres bendiciones de peticiones de la oración de la Amidá: La bendición de sanación es la octava en la Amidá, y es una bendición personal. Los Sabios basaron esta bendición en el siguiente versículo de Jeremías (17,14): “Sáname, Adonai, y seré sano; sálvame, y seré salvo porque tú eres mi gloria”. Para compatibilizarlo con el estilo de la oración de Amidá, pasaron el versículo al plural. Al recitar esta bendición, podemos pedir por la salud de una persona en particular agregando la siguiente oración:
יהי רצון מלפניך ה’ אלהי ואלהי אבותי, שתשלח מהרה רפואה שלמה מן השמים, רפואת הנפש ורפואת הגוף לחולה (פלוני/ת בן/בת פלונית) בתוך שאר חולי ישראל.
“Sea tu voluntad Adonai mi Di-s y Di-s de mis antepasados, que envíes prontamente completa sanación desde los cielos, sanación del espíritu y sanación del cuerpo al enfermo/a (nombre de la persona) hijo/a de (nombre de la madre) y a todos los demás enfermos del pueblo de Israel”.
La bendición por Jerusalén es la decimocuarta bendición en la oración de la Amidá. Es una bendición de petición nacional sobre Jerusalén, en la cual pedimos a Di-s restaurarla de su destrucción y prepararla para el reinado de David (era mesiánica). La bendición por Jerusalén presenta a la ciudad como un símbolo de añoranza de muchas generaciones. Podemos conectarnos con esta bendición aun hoy cuando la ciudad de Jerusalén ya fue reconstruida, como un símbolo de otras añoranzas por alcanzar un mundo mejor.
La bendición “Escucha nuestra voz” es la decimosexta bendición en la oración de la Amidá, y es una bendición personal. En ella, le pedimos a Di-s que escuche y acepte nuestras oraciones. En esta bendición, muchas personas suelen agregar una oración de carácter personal, mencionando aspectos personales o públicos que no aparecen en el libro de oración. La expresión “que escuchas la oración de cada boca” nos indica que en esta oración pedimos a Di-s que escuche y acepte las oraciones de todos los orantes, incluso si algunas de las oraciones se contradicen entre sí.
Dividir a los alumnos en grupos. Cada grupo estudiará una de las tres bendiciones. Luego, los alumnos presentarán de manera creativa la bendición que estudiaron frente al resto de la clase.
Bendición de sanación
- Como todas las demás bendiciones de la Amidá, la bendición de sanación está formulada en plural, pero cada uno tiene sus propios problemas de salud. ¿Por qué no utilizamos el lenguaje singular para esta bendición?
- En esta bendición podemos pedir por la recuperación de un enfermo en particular. Para ello se estableció una fórmula donde se recuerda el nombre de la persona y pedimos que sea sanada junto “con todos los enfermos del pueblo de Israel”. Si oramos por todos los enfermos, ¿por qué mencionamos el nombre de un individuo en particular, si ya está
incluido en ese grupo? ¿Por qué creen que vinculamos la petición por una persona en particular con la de todos los enfermos? Si orasen por un enfermo, independientemente de esta bendición, ¿cómo preferirían hacerlo: orando sólo por él/ella, o como parte de un grupo mayor de enfermos? ¿Por qué?
Bendición Escucha nuestra voz
- Es costumbre que las personas agreguen una oración personal después de la bendición. ¿Por qué era importante establecer un espacio en particular en la oración para este propósito? ¿Qué podemos aprender de esto?
- ¿Por qué creen que necesitamos una oración en la cual pedimos que nuestra oración sea escuchada? Si la petición no es respondida, ¿quiere decir que la oración no fue escuchada? Explicar. ¿Qué valor creen que tiene la oración, más allá del cumplimiento de la petición?
- Tratar el siguiente dilema: Una persona ora para que el autobús viaje más rápido, porque está llegando tarde a una reunión. Otra persona ora que el autobús se retrase, para poder alcanzar a tomarlo. ¿Alguna de las oraciones tiene prioridad sobre la otra? ¿Es posible que se cumplan todas las oraciones del mundo a la vez, incluso si se contraponen unas con otras? ¿Qué podemos aprender de ello sobre nuestras expectativas de que nuestras oraciones y peticiones se cumplan?
Bendición por Jerusalén
- Al recitar la oración de Amidá, todos los orantes -en todas partes del mundo- se dirigen hacia Jerusalén. ¿Qué idea expresa esta costumbre? ¿De qué manera puede influir este hecho en los orantes?
- La bendición expresa el anhelo de muchas generaciones por regresar a Jerusalén ¿Está presente este anhelo en vuestras vidas?
- ¿Qué significado tiene esta bendición hoy día, cuando Jerusalén ya está reconstruida y es la capital del Estado de Israel?
General
- ¿Qué significan para ustedes estas oraciones? ¿Qué valores expresan?
- ¿En qué medida estas oraciones están relacionadas con vuestras vidas? ¿Qué puede ayudarlos a conectarse con estas bendiciones?
- ¿Qué valor pueden tener estas bendiciones para quien no cree en Di-s?
- La oración por Jerusalén expresa la idea que Jerusalén puede conectar judíos de todo el mundo. Esta idea se manifiesta, entre otras cosas, en la práctica de mirar a Jerusalén cuando recitamos la oración de la Amidá. Se puede hacer una lista de comunidades judías alrededor del mundo y preguntar a los alumnos en qué dirección los miembros de cada comunidad miran cuando oran. (Se pueden ayudar con un mapa/globo terráqueo).
- Debido a la costumbre de mirar a Jerusalén al momento de recitar la oración de la Amidá, en muchas sinagogas y casas privadas se suele colgar el letrero mizraj (este), indicando la dirección en la que muchos judíos oraban cuando vivían en Europa oriental, donde nació esta costumbre. Pueden armar juntos un letrero mizraj y decorarlo de manera que exprese las ideas implícitas en esta tradición: la conexión entre los judíos de la diáspora, la importancia de Jerusalén como el “corazón del pueblo”, etc. Se puede hacer un letrero mizraj para cada una de las aulas de la escuela.
Para inspirarse, puede mostrar diferentes estilos de letreros mizraj que eran colgados en las sinagogas europeas, como este en papel recortado o esta ilustración. Puede explicar los diferentes motivos que aparecen y sus representaciones (por ejemplo: la ciudad de Jerusalén, el Templo y sus artefactos, el león de Judá, los Kohanim (sacerdotes), etc.). - Hacer una lista de personas enfermas que los alumnos conocen y decorarla con deseos de recuperación. Pueden establecer en el aula un rincón para orar por los enfermos, un lugar de recogimiento personal y de concentración en la oración para aquellos que quieran hacerlo.
- Se puede hallar más información sobre la oración de la Amidá en la unidad: Oración de la Amidá – primera parte.
- Se puede estudiar la fuente talmúdica en la cual se basa la costumbre de mirar a Jerusalén al momento de recitar la oración de la Amidá: Quien está fuera de Israel, deberá dirigir su corazón hacia la tierra de Israel […]
Quien está en la tierra de Israel, deberá dirigir su corazón hacia Jerusalén […]
Quien está en Jerusalén, deberá dirigir su corazón hacia el Templo Sagrado […]
Todo [los hijos de] Israel dirigen sus corazones a un mismo sitio.
Talmud babilónico, Tratado Brajot 30a